Un Canal Directo entre Ciudadanía y Decisión
1. ¿De Qué Se Trata Esto?
Imaginen una forma de hacer política donde las promesas no existan. Donde no haya que confiar en la palabra de alguien, sino en un sistema transparente y comprobable.
La idea es simple: crear una aplicación donde la gente proponga y vote proyectos concretos para su comunidad, y encontrar a una persona que se comprometa a ejecutar esos resultados al pie de la letra en el lugar donde sea electo.
No se trata de imponer una ideología, sino de instalar un mecanismo.
2. ¿Cómo Funcionaría?
A. La App (El Cerebro):
Registro Seguro: La gente se registra con su DNI y reconocimiento facial para evitar fraudes.
Geolocalización: Cada usuario vota solo lo de su barrio, pueblo o ciudad.
Proponer y Votar: Cualquier persona puede subir una propuesta concreta: “Arreglar las escaleras del parque”, “Instalar luminarias en la calle X”, “Destinar $Y a comprar libros para la escuela”.
Resultados Públicos: Todo es visible en tiempo real: quién propone, quién vota, qué se aprueba.
B. El Representante (El Brazo Ejecutor):
Buscaríamos a una persona (no necesariamente nosotros) que quiera postularse a un cargo muy local (ej: una junta vecinal, un concejo municipal).
Su campaña sería clara: “Yo no decido nada. Ustedes deciden en la app. Yo solo voto en el gobierno lo que ustedes ordenen.”
Firmaría un contrato público comprometiéndose a seguir los resultados de la app o renunciar.
C. El Rol de Nosotros (Los Arquitectos):
Nosotros no seríamos necesariamente los candidatos. Seríamos los que:
Diseñan y desarrollan la plataforma (o gestionan su desarrollo).
Buscan y capacitan al candidato que quiera ser el “ejecutor”.
Garantizan la transparencia del proceso.
3. ¿Por Qué Empezar en Pequeña Escala?
Es realista: Un pueblo o barrio tiene problemas concretos y fáciles de resolver (un pozo, un canal, un espacio público).
Es demostrativo: Si funciona, se puede escalar. Si falla, aprendemos sin quemarnos.
Menos resistencia: Es más fácil convencer a 1,000 vecinos que a 1,000,000 de personas.
4. ¿Cómo Lo Haríamos? Fases Abiertas a Debate
Fase Cero (Nosotros):
Validar la idea técnicamente (¿es posible la app así de segura?).
Definir un código ético y legal mínimo.
Buscar aliados claves: Universidades o escuelas técnicas para que estudiantes desarrollen la app como proyecto final**. Así ganamos talento, credibilidad y recursos.
Fase Uno (El Piloto):
Elegir una localidad pequeña para probar.
Encontrar al candidato “ejecutor” (que sea confiable y tenga credibilidad local).
Lanzar la app solo para esa comunidad.
Fase Dos (El Resultado):
Gane o pierda el candidato, el experimento sirve:
Si gana: Demostramos que la democracia directa funciona.
Si pierde: Aprendemos por qué, ajustamos, y lo intentamos en otro lado.
5. ¿Qué Necesitamos?
Gente: Podemos sumar desarrolladores, abogados, diseñadores, comunicadores… idealmente a través de convenios con universidades.
Tecnología: APIs de verificación de identidad, servidores, desarrollo a medida.
Aliados: Sobre todo, ese candidato local que crea en la idea.
Transparencia Radical: Que todo sea auditable desde el día 1.
6. Invitación
No vengo con roles definidos ni con un plan cerrado. Vengo con una pregunta y una posibilidad:
¿Qué pasaría si logramos que la gente decida directamente lo que quiere hacer con su espacio común, sin intermediarios ni interpretaciones?
Los invito a pensar:
¿Les parece viable?
¿Qué obstáculos le ven?
¿Cómo lo modificarían?
Contactate al 54221564 2638 para recibir mas información y sumarte al proyecto «El ExperimentoS».









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